CARTOGRAFÍA DE ZONAS INUNDABLES

La Cartografía de Zonas Inundables de la Demarcación Hidrográfica del Segura, se inició abarcando en total unos 1.285 km de tramos de cauces, en los que están incluidos los correspondientes a las ARPSI, con la previsión de irse ampliando en ciclos posteriores, con lo que actualmente se cuenta ya con 1.487 km de tramos de cauce con estudio de sus zonas inundables. Esta cartografía se ha incorporado al Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI), y se puede visualizar en el visor cartográfico de Zonas Inundables del SNCZI.

Esta cartografía comprende las zonas inundables asociadas a las avenidas de 5, 10, 25 (sólo en el ámbito de la Generalitat Valenciana), 50, 100 y 500 años de período de retorno, así como los correspondientes calados para los períodos de retorno de 10, 100 y 500. También la delimitación del dominio público hidráulico de los tramos asociados a dichas zonas inundables (DPH deslindado y DPH cartográfico estimado como probable) y sus zonas de servidumbre y policía, así como la zona de flujo preferente.

Hay que advertir que las zonas inundables obtenidas tienen limitaciones importantes en cuanto a su coincidencia con la representación de la inundación real que se produciría en un evento concreto. Las técnicas actuales, si bien son muy precisas, tienen limitaciones importantes que hacen que la inundación real de un evento pueda variar significativamente respecto a lo calculado. Se destacan algunas de estas LIMITACIONES:

• Los efectos de las erosiones, deslizamientos, sedimentaciones, etc no se contemplan en el estudio hidráulico, y sólo se tienen en cuenta mediante criterios geomorfológicos en la delimitación de la zona de flujo preferente. En algunos casos, sobre todo en tramos de fuertes pendientes, los cambios geomorfológicos pueden ser muy importantes y los resultados diferir significativamente de lo previsto.
• La simulación hidráulica realizada no puede prever los efectos que determinados elementos (árboles caídos, vehículos, etc) pueden producir mediante obstrucciones o derivaciones del flujo.
• En zonas inundables de gran extensión y fuertemente antropizadas, las dificultades para representar adecuadamente en el modelo todos los elementos artificiales que influyen en las características del flujo, y las propias limitaciones computacionales del modelo hidráulico ante la enorme cantidad de datos a procesar, también pueden hacer que los resultados de la inundación real difieran de las previsiones del modelo.
• En la elaboración de los mapas no se contempla el efecto de la lluvia directa sobre una superficie ya afectada por una inundación proveniente de aguas arriba.